martes, 9 de febrero de 2010

La acción de dar y recibir

Las Características Duales de Dios y el Mundo Creado
1. LAS CARACTERISTICAS DUALES DE DIOS
¿Cómo podemos hacer para conocer las características de Dios, que es un ser invisible? Podemos conocerlas observando el mundo de Su creación. Por esta razón, San Pablo dijo:
«Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables» (Rm. 1:20).
De igual manera que la obra de un artista es una manifestación visible del carácter de su creador, así también cada creación es una manifestación substancial de la naturaleza invisible de Dios, el Creador. Del mismo modo que podemos conocer el carácter de un autor a través de sus obras, así también podemos percibir la divinidad de Dios observando Su creación.
Con el fin de conocer la divinidad de Dios, examinemos los factores comunes que se encuentran en toda Su creación. Una creación, cualquiera que sea, no puede llegar a existir a no ser que se haya establecido una relación recíproca entre las características duales de positividad y negatividad, no sólo dentro del mismo ser, sino también en relación con otros seres. Por ejemplo, las partículas, que son los componentes esenciales de toda la materia, tienen positividad o negatividad, o neutralidad que se origina cuando los elementos positivos y negativos se neutralizan mutuamente. Cuando las dos características inician una relación recíproca, dichas partículas forman un átomo. Cada átomo asume un carácter positivo o un carácter negativo y por medio de establecer relaciones recíprocas entre sus características duales, proceden a formar moléculas de materia. La materia, que se forma de esta manera mediante una relación recíproca entre estas dos características, sirve de alimento para animales y plantas cuando es absorbida por ellos.
Todas las plantas continúan existiendo mediante una relación que tiene lugar entre el estambre y el pistilo, mientras que el mismo proceso ocurre en el mundo animal mediante la relación entre el macho y la hembra.
Así, en el caso del ser humano, Dios creó a un hombre (masculino), Adán, en primer lugar; entonces, viendo que no era bueno que el hombre estuviera solo (Gn. 2:18), El hizo una mujer (femenino), Eva, como el objeto de Adán y por primera vez Dios vio que Su creación estaba «muy bien» (Gn. 1:31). De igual forma que un ion positivo o negativo, incluso después de la disociación, se compone de la combinación de un protón (positivo) y un electrón (negativo), así también el estambre y el pistilo de las plantas y los miembros macho y hembra del reino animal solamente pueden existir mediante una relación recíproca entre sus características duales de positividad y negatividad. También, hay características femeninas latentes en cada hombre y esencia masculina en cada mujer. Los aspectos de todas las cosas en la creación existen sobre una base recíproca, tal como: superficial y profundo, dentro y fuera, interior y exterior, frente y espalda, derecha e izquierda, arriba y abajo, alto y bajo, fuerte y débil, largo y corto, ancho y estrecho, este y oeste, sur y norte. Esto es debido a que todas las cosas están creadas para existir mediante una relación recíproca entre sus características duales.
Como ya hemos visto, todas las cosas existen a través de una relación recíproca entre sus características duales de positividad y negatividad. Debemos también conocer la relación recíproca entre otra pareja de características duales, que es incluso más fundamental que la de positividad y negatividad. Cualquier cosa que exista, tiene en sí misma un carácter interno o Sung Sang y una forma externa o Hyung Sang (Sung Sang y Hyung Sang son términos filosóficos del idioma coreano, sin traducción exacta al español, pero podemos definirlos como carácter interno y forma externa). La forma externa es visible y refleja al carácter interno, que es invisible. Aunque el carácter interno no puede verse, asume una cierta forma, así que la forma externa se asemeja al carácter interno como su forma visible. El «carácter interno» y la «forma externa» se refieren a los dos caracteres que son los dos aspectos relativos de la misma existencia. En este sentido, la forma externa puede ser llamada un «segundo carácter interno», así que a ambos juntos podemos llamarles «características duales».
Podemos tomar al hombre como ejemplo. El hombre consiste de cuerpo o forma externa, y mente, o carácter interno. El cuerpo visible refleja a la mente invisible. El cuerpo asume una forma que se asemeja a la forma proyectada por la mente. Por esta razón se pueden percibir cosas sobre el carácter invisible y el destino del hombre por su apariencia externa.
Llamamos a la mente «carácter interno» y al cuerpo «forma externa». Puesto que la mente y el cuerpo son los dos aspectos del mismo hombre, el cuerpo puede ser llamado «segunda mente». Llamamos a ambos juntos «características duales». Ahora podemos comprender el hecho de que todas las cosas existen a través de una relación recíproca entre las características duales de carácter interno y forma externa.
¿Cuál es, entonces, la relación entre el carácter interno y la forma externa? El carácter interno invisible es la causa y está en una posición subjetiva, mientras que la forma externa visible es el resultado de la anterior y está en una posición objetiva con respecto al carácter interno. Por consiguiente, la relación recíproca que existe entre los dos es la de interior y exterior, causa y resultado, sujeto y objeto, vertical y horizontal.
Usemos de nuevo al hombre como ejemplo. La mente y el cuerpo corresponden respectivamente al Sung Sang y al Hyung Sang. El cuerpo no sólo se asemeja a la mente, sino que además se mueve o no, siguiendo las direcciones de ésta. Así el hombre puede dirigir su vida de acuerdo a su voluntad y propósito. La mente y el cuerpo también tienen una relación recíproca de interior y exterior, causa y resultado, sujeto y objeto, vertical y horizontal.
De igual manera, todas las cosas de la creación, aunque son diferentes en dimensión, tienen un carácter interno invisible que se corresponde a la mente; ya que éste es la causa y sujeto controla a la forma externa, que se corresponde al cuerpo humano. Esta relación entre mente y cuerpo hace posible que la creación individual mantenga su existencia como un ser con un cierto propósito. Los animales tienen un aspecto que se corresponde a la mente humana; debido a que ésta es la causa y sujeto que le dirige hacia un cierto propósito, el cuerpo del animal puede vivir de acuerdo al propósito de su ser individual. Una planta también tiene un carácter interno que le posibilita mantener su función orgánica.
No sólo eso, sino que así como los hombres pueden unirse debido a que la mente es un factor común en cada persona, similarmente los iones positivos y negativos se unen para formar un cierto material, debido a que en cada ion hay aspectos de carácter interno y forma externa que tienden a unirse, formando así una molécula. Además, cuando un electrón gira alrededor de un protón para formar un átomo, es debido a que cada uno contiene un aspecto de «carácter» que les dirige hacia el propósito de construir un átomo.
La ciencia moderna nos dice que las partículas que forman los átomos se componen de energía. Sabemos que dentro de la misma energía debe haber también un atributo de «carácter» que le impulse a la meta de construir una partícula. Yendo aún más allá, debemos buscar a un ser absoluto que sea la causa última de todo el mundo de la realidad. Esta causa, con su carácter y forma fundamental y único, dio origen a toda la energía. Este ser último debe ser la Primera Causa de todos los seres, conteniendo el carácter y forma absoluto y subjetivo. Llamamos Dios a esta Primera Causa de nuestro mundo existente. Llamamos al carácter y forma subjetivo de Dios, Su «Sung Sang Original» y «Hyung Sang Original». Como Pablo señaló, cuando examinamos los factores que toda la creación tiene en común, llegamos finalmente a comprender que Dios es la Primera Causa del mundo de la creación y que existe como el sujeto absoluto, teniendo las características de carácter esencial y forma esencial.
Hemos aclarado ya el hecho de que todas las cosas en la creación sólo existen debido a una relación recíproca entre las características duales de positividad y negatividad. Génesis 1:27 dice: «Y creó Dios el hombre a imagen suya; a imagen de Dios le creó; macho y hembra los creó». Esto también nos enseña que Dios es el sujeto absoluto, que existe con Sus características duales de positividad y negatividad.
¿Cuál es la relación entre las características duales de carácter y forma y las características duales de positividad y negatividad?
Fundamentalmente, el Sung Sang Original de Dios y Su Hyung Sang Original tienen una relación recíproca con Su «Positividad Original» y Su «Negatividad Original» Por lo tanto, la positividad y la negatividad de Dios son los atributos de Su carácter y de Su forma. Así pues, la relación que existe entre lo positivo y lo negativo, es similar a la que existe entre el carácter y forma.
Por consiguiente, positividad y negatividad tienen también una relación recíproca como la que existe entre interior y exterior, causa y efecto, sujeto y objeto, vertical y horizontal. Por esta razón está escrito en la Biblia que Dios creó a la mujer, Eva, como objeto tomando una costilla del hombre, Adán, que era el sujeto. (Gn. 2 :22). Llamamos a la positividad y negatividad de Dios «masculinidad» y «femineidad», respectivamente.
El universo, que fue creado teniendo a Dios como centro, es similar al hombre, que ha sido creado con su mente como centro. El universo es un cuerpo orgánico perfecto creado completamente de acuerdo con el propósito de la creación de Dios. Por esta razón, el universo, como un cuerpo orgánico, tiene su propio carácter interno y forma externa, siendo Dios su carácter interno, mientras que el universo físico es su forma externa. Por esto Dios dijo que el hombre, que es el centro del universo, fue hecho a Su imagen (Gn. 1:27). Antes de crear el universo, Dios existía como el sujeto interior masculino, y El creó el universo como Su objeto exterior femenino. 1Corintios 11:7 dice que el hombre «es imagen y gloria de Dios» lo cual confirma esta teoría. Ya que Dios es el sujeto masculino de carácter interno le llamamos «Padre», resaltando Su naturaleza masculina.
Resumiendo, sabemos que Dios es el sujeto armonizado que consiste de las características duales de Sung Sang Original y Hyung Sang Original. Al mismo tiempo, El es el sujeto armonizado de las características duales de masculinidad y femineidad originales, la primera representa Su carácter y la segunda Su forma originales. En relación con toda la creación, Dios es el sujeto masculino y representa su carácter interno.
2. LA RELACION ENTRE DIOS Y EL UNIVERSO
Ya hemos aprendido que cada creación es un objeto substancial de Dios, como la forma manifestada de las características invisibles de Dios. Cada objeto substancial se llama «encarnación individual de la verdad». Siendo el hombre el objeto substancial de Dios que fue creado a Su imagen, se llama «encarnación individual en imagen de la verdad». Ya que toda la creación, aparte del hombre, es el objeto simbólico de Dios creado a Su imagen indirecta, se llama «encarnación individual simbólica de la verdad».
Cualquier encarnación individual de la verdad, debido a que es un cuerpo substancial que manifiesta las características duales de Dios, puede ser dividida a su vez en un elemento positivo y otro negativo; el primero refleja la masculinidad, como el carácter esencial de Dios, y el último refleja la femineidad, como la forma esencial de Dios. También, cada encarnación individual de verdad es un objeto substancial de Dios; por lo tanto, cada ser individual no sólo es un reflejo de las características duales de Dios de carácter y forma, sino que cada uno también tiene dentro de sí mismo las características duales de positividad y negatividad.
Definiendo la relación entre Dios y el universo desde el punto de vista de sus características duales, el universo es el objeto substancial de Dios que consiste de encarnaciones individuales de verdad. Son las manifestaciones de las características duales de Dios en imagen y en símbolo, de acuerdo con los principios de la creación. Es decir, el hombre es el objeto substancial de Dios con Sus características duales manifestadas en forma de «imagen directa», mientras que todas las cosas del universo son los objetos substanciales de Dios con Sus características duales manifestadas en forma de «imagen indirecta» (símbolo). La relación entre Dios y el universo por ser igual a la relación entre carácter y forma, es una relación de interior y exterior, causa y resultado, sujeto y objeto, vertical y horizontal.
Examinemos la teoría fundamental del «Libro de los Cambios» (I Ching), que es el centro de la filosofía oriental, desde el punto de vista de los principios de la creación. Este libro explica que el fundamento del universo es Taeguk (origen) y a partir de El vienen Yang y Yin (positividad y negatividad). De Yang y Yin proviene el «O-haeing» (cinco elementos: metal, madera, agua, fuego y tierra). Todas las cosas fueron creadas de O-haeing. La positividad y negatividad se llama el «Tao». «El Tao» se define como el «Camino» o la «Palabra». Es decir, Taeguk produce la Palabra (principio creativo) y la Palabra hizo todas las cosas. Por tanto, Taeguk es la primera y la última causa de toda la existencia y es el núcleo unificado de ambos, la positividad y negatividad.
Comparando esto con la Biblia (Jn. 1: 1-3), «la Palabra era Dios... y sin ella no se hizo nada de cuanto existe», podemos ver que Taeguk, el sujeto que contiene positividad y negatividad, representa a Dios, el sujeto que contiene las características duales.
De acuerdo a los principios de la creación, la Palabra (Logos) también se compone de características duales y de esta forma el universo, que fue creado por la Palabra, contiene características duales Por consiguiente, la afirmación en el «Libro de los Cambios» de que a la positividad y negatividad juntas es «la Palabra», es válida.
Sin embargo, el «Libro de los Cambios» observa al universo sólo desde el punto de vista de la positividad y negatividad, y no explica el hecho de que todas las cosas tienen un carácter interno y una forma externa dentro de ellas mismas. Por ello, sólo ha verificado el hecho de que Taeguk es el sujeto que contiene la positividad y negatividad, y no explica que Taeguk es originalmente el sujeto que contiene las características duales de carácter esencial y forma esencial. Por esta razón, el «Libro de los Cambios» no revela que Taeguk es un Dios de personalidad.
Hemos aprendido ahora que el fundamento de la filosofía oriental contenido en el «Libro de los Cambios», puede ser completamente comprendido sólo a la luz de los principios de la creación. La medicina oriental ha incrementado su influencia precisamente debido a que está basada en el principio de positividad y negatividad, el cual es un principio de la creación.